miércoles, 12 de enero de 2011

Muerte

Creo que nunca estuve más orgullosa de ti que cuando te vi en ése ataúd
La tarde anterior cuando te dejé tu rostro no mostraba sino paz
Tan tranquilo, como si durmieses
A la hora de ir al cementerio, te volví a mirar antes de que cerrasen la tapa
Para tratar de grabar tu imagen en mi memoria
No pude evitar romper a llorar
Viejo diablo! te estabas riendo!
Cómo es eso posible?
Los muertos no ríen
Y sin embargo, tu boca estaba abierta como en una carcajada eterna
De qué te reías?
De lo gorda que estaba la Kika?
Te reías del brillo de niña que te pusieron?
O te reías de nosotros?
No tengo como saberlo
Genio y figura hasta la sepultura, abuelo
Creo que eso es lo que más me ha quedado de los años que compartimos
Contra todos y todo, hay que reír
Porque la risa espanta a los demonios
Incluso a la muerte

Porque ni ella puede quitárnosla

No hay comentarios:

Publicar un comentario