jueves, 15 de septiembre de 2011

Caperucita Roja

A Caperucita Roja le dijeron que tuviese cuidado con el lobo

Pero desde luego a ella nunca le importó

"Los lobos hacen buenos abrigos" pensó mientras guardaba su corazón bajo llave y metía una metralleta en el cesto lleno de dulces para la abuela

No tomes nunca el atajo por el bosque decía su madre

Porque los atajos cortos traen retrasos largos

"Pero perder el tiempo sólo pueden los viejos que se sienten maniatados por él" se dijo entre risas tomando el sendero entre los árboles

Ver las ramas recortarse contra el cielo y las flores, cada cual más bella, de brillantes colores

Lobos, lobos, dónde están?

Quisiera que viniesen a verme un momento

Hace frío y un abrigo de piel me vendría bien

Andaba distraída, de seguro, que no se dio cuenta donde fue a parar

Cara a cara con uno de ellos, Caperucita Roja se fue a encontrar

"Me buscabas, pequeña? tan sola que andas, te puedo hacer compañía y darte calor entre mis brazos"

"Oh, muchas gracias!" respondió ella sonriendo encantadora

El lobo la estrechó contra sí, tan frágil que se sentía ella contra su cuerpo

Y ella seguía sonriendo

Cuando la sintió alejarse, la miró confundido

La mirada que Caperucita le dirigió no anticipaba nada

Creyó que quizás compartiría algo de lo que llevaba en su canasto cuando vio su pequeña mano remover la manta

Mil y un balas lo atravesaron

Y ella seguía sonriendo


Eres el diablo pateando al gato, Caperucita

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