A Caperucita Roja le dijeron que tuviese cuidado con el lobo
Pero desde luego a ella nunca le importó
"Los lobos hacen buenos abrigos" pensó mientras guardaba su corazón bajo llave y metía una metralleta en el cesto lleno de dulces para la abuela
No tomes nunca el atajo por el bosque decía su madre
Porque los atajos cortos traen retrasos largos
"Pero perder el tiempo sólo pueden los viejos que se sienten maniatados por él" se dijo entre risas tomando el sendero entre los árboles
Ver las ramas recortarse contra el cielo y las flores, cada cual más bella, de brillantes colores
Lobos, lobos, dónde están?
Quisiera que viniesen a verme un momento
Hace frío y un abrigo de piel me vendría bien
Andaba distraída, de seguro, que no se dio cuenta donde fue a parar
Cara a cara con uno de ellos, Caperucita Roja se fue a encontrar
"Me buscabas, pequeña? tan sola que andas, te puedo hacer compañía y darte calor entre mis brazos"
"Oh, muchas gracias!" respondió ella sonriendo encantadora
El lobo la estrechó contra sí, tan frágil que se sentía ella contra su cuerpo
Y ella seguía sonriendo
Cuando la sintió alejarse, la miró confundido
La mirada que Caperucita le dirigió no anticipaba nada
Creyó que quizás compartiría algo de lo que llevaba en su canasto cuando vio su pequeña mano remover la manta
Mil y un balas lo atravesaron
Y ella seguía sonriendo
Eres el diablo pateando al gato, Caperucita
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