Apátrida

Es distinto haber nacido en un lugar y que salga determinada nacionalidad en tu carnet de identidad y tu pasaporte a tener una patria.

Yo no tengo patria.

Me da igual lo que pueda pensar el resto, pero Chile no es mi patria.

Es el lugar donde vivo. Nada más.

Ludovica Squirru escribió una vez que sabíamos (nosotros, los nacidos en un año del Mono) que los países son los verdaderos padres.

Soy tan huérfana

Qué es la patria para mí?

El pedazo de tierra por el que puedes matar y morir.

Creo que todavía no encuentro ese lugar.

Gerald O' Hara le decía a Scarlett que la tierra era todo.

Ese sentimiento de pertenencia es algo que no entiendo.

Cuando era pequeña me cambié más veces de casa y país que el común de las personas. Extrañaba Chile. Mejor dicho, extrañaba las cosas que había dejado atrás. Deseaba con todo mi corazón un lugar donde quedarme, no irme más.

Regresamos.

No necesito explayarme en la decepción que me llevé.

Supongo que todos idealizamos las cosas en nuestros recuerdos.

Lo cierto es que al pasar unos años ya me aburría estar aquí. Quería seguir viajando. Quería ver más del mundo.

Toda mi familia ha viajado mucho.

Es como si hubiese más agua o más oxígeno en nuestra sangre. Algo que la hace volátil, fluida. Siempre dispuesta al movimiento.

He recorrido algo más del mundo que el común de las personas de mi edad, quizás incluso más de lo que algunas verán en su vida.

Perú, Lima, Cuzco. Panamá, Ciudad de Panamá. Argentina, Buenos Aires, Mendoza, Bariloche. Uruguay, Montevideo. Estados Unidos, Orlando, Buffalo. Francia, París, Grenoble. España, Madrid, Barcelona, Toledo. Italia, Roma, Florencia, Venecia.

Y me queda tanto, tanto más que ver.

Quizás, alguno de esos lugares que no conozco todavía, sea al que quiera volver siempre, sea el lugar por el cual no me importen los sacrificios con tal de preservarlo.

Quizás algún día sepa qué es realmente tener patria.

Pero hasta ese momento...

Toda la patria que tengo soy yo misma

Soy del viento