martes, 28 de febrero de 2012

Incertidumbre

No me gusta cuestionarme, es agotador. Pero no puedo evitarlo. Cuando llega esa duda no puedo descansar hasta haberla eliminado como se hace con las plagas.

Por qué esa manía? Hace mucho dije que no me iba a concentrar en mis dudas sino en mis certezas. Para qué me pregunto si soy feliz? Quizás todo lo que quería era reafirmarlo en mi cabeza, sí, puede ser. Quizás fuese para poder decir " obvio!"

Preguntarse es como abrir una caja de Pandora: nunca tienes idea de cuál va a ser la respuesta.

De hecho, podría ser que algún día preguntases cuanto es" 4 + 4" esperando recibir el aparentemente natural "8" y todo lo que obtengas sea un "peras". Todo puede ser.

Me gustaría poder decir que soy feliz en este momento.

Puede que esté exagerando. No descarto el que esté feliz y no me dé cuenta. De que lo que me falta sentir sencillamente es alegría.



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