sábado, 22 de septiembre de 2012

Persona Justa

"Las almas apasionadas son orgullosas, sufren muchísimo"

Eso fue lo que me dijo un cura, la única vez que desvié mi camino hasta llegar a la iglesia del barrio de Tabán. No pisaba aquel lugar desde hacía ya diez años. Cada vez que deseaba confesarme iba la iglesia del barrio de la  Reina Cristina.

Sí, esas fueron las palabras o mejor dicho la sentencia que dictaminó el viejo sacerdote al escuchar mi historia.

Todo esto ocurrió hace bastante tiempo, cuando mi nombre todavía era Marika.

Y aunque fui cambiando muchas veces de nombre, de cuerpo, de país y de pensamientos, esas palabras jamás me dejaron pues se referían a algo mucho más profundo de lo que pueden ser un nombre o un cuerpo o las circunstancias y casualidades que nos llevan a vivir en cierto lugar y tener determinados pensamientos.

Se referían a mi alma

Esa materia indefinible e imprecisa que me mantenía entera a pesar de  las vueltas que daba la vida

Y que vueltas dieron! para causarle mareos a cualquiera

Siempre buscando a esa persona...
Siempre esperando encontrar a esa persona...
La Justa





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