sábado, 11 de mayo de 2013

Carta a la que pude haber sido

Yo sé que tenías miedo y que lo tuviste mucho, muchas veces. El mundo no está hecho para nosotras o nosotras no estamos hechas para el mundo. Quimeras. Sí...Y aunque creí que ya había llorado todo lo que mis ojos podían soportar, cuando pasaron de su color a un verde casi transparente pues la sal los iba borrando...cuando cayeron  centenares, millares de angelitos negros...ahora sé que se está armando el mar. Lo recuerdas? Estabas a punto de lograr lo que nadie había logrado desde hacía años. Deseaste tanto que te llevase lejos de lo que conocías y amabas, porque habías aprendido a conocer y a amar a otro. Pero el mundo es tan grande y la vida es tan enredada. Y ahora que el mar se está formando a mis pies sólo quiero creer que ésta vez las olas me llevarán a California, como debieron haberlo hecho contigo, esa primera vez. Y entonces, los dejaré a todos atrás. Ya no habrá Nieve, Frío, Tristeza o Pena. No habrá más Absurdo...y por fin La Nada será Algo. Pero lo que será sólo lo sabré cuando mi mano la sostenga esa persona y se deje llevar. No es terrible cuando los hombres tienen miedo? Eligen los peores momentos para ser correctos. No te parece triste cuando guardan silencio y nos dejan marchar? Y el amor, se vuelve ador, luego un recuerdo agridulce, nos hacemos mayores...a cada paso más y más viejas. No deseo morir así. Llegaré a California por las dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario