domingo, 28 de abril de 2013

Incendio

Te dije que no debías jugar con fuego. Que no andases trayendo nada que pudiese provocar un incendio. Sabías a la perfección que nos rodeaban pasto y árboles secos.

Me pregunto entonces, por qué. Por qué cuando salimos corriendo llevabas un fósforo en la mano. Y teniéndolo, tan descuidadamente, lo dejaste caer.

Como se prenden las líneas de pólvora, no? en el instante en que tocó suelo, la vida marchita empezó a arder.

Regalándole flores incandescentes a la pradera gris

Terribles

Se tomaron los troncos, consumieron cuanto había en su camino, aquellas flores de fuego.

Y nosotros ahí, mirando.

Como si no se estuviesen llevando el mundo que conocíamos
Como si no se estuviesen acercando cada vez más a nuestra casa
Como si no estuviésemos nosotros al medio y fuésemos a ser consumidos igualmente por las llamas

A pesar de todo...fue hermoso estar ahí.


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