Me pregunto entonces, por qué. Por qué cuando salimos corriendo llevabas un fósforo en la mano. Y teniéndolo, tan descuidadamente, lo dejaste caer.
Como se prenden las líneas de pólvora, no? en el instante en que tocó suelo, la vida marchita empezó a arder.
Regalándole flores incandescentes a la pradera gris
Terribles
Se tomaron los troncos, consumieron cuanto había en su camino, aquellas flores de fuego.
Y nosotros ahí, mirando.
Como si no se estuviesen llevando el mundo que conocíamos
Como si no se estuviesen acercando cada vez más a nuestra casa
Como si no estuviésemos nosotros al medio y fuésemos a ser consumidos igualmente por las llamas
A pesar de todo...fue hermoso estar ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario