sábado, 6 de agosto de 2011

Una mariposa en tu hombro

El título no tiene nada que ver con lo que voy a escribir, a lo más, que es la canción que estoy escuchando en este momento.

No sé que hacer, necesito expresarlo en todas las formas en que soy capaz. Esta alegría que parece desbordarme, unas ganas reír y llorar sin parar.

No es que me pasase nada particularmente bueno hoy. O quizás sí. Es que desde mi punto de vista todos los días tienen cosas particularmente hermosas, incluso si son las más mínimas. Por eso todos los días valen la pena, aunque sea sólo por una flor muy bonita que encontraste en el camino.

Por qué estaré tan feliz? Trato de averiguarlo pero son tantas, tantas las palabras que se me vienen a la cabeza que no sé por donde empezar, no sé cual es la central, si es que acaso existe una.

Por decir algo diré que es porque por fin puedo verme de nuevo. Volví a saber quien soy, hacia donde quiero ir. Soy mía con cada fibra.

Como volví a verme puedo ver al resto otra vez.

Nunca estuve realmente sola.

Soy un dragón de la suerte, soy una matriz de energía, soy el cuerno de la abundancia, soy la noche estrellada, soy un río caudaloso que llega al mar para transformarse en una ola y en alguna costa lejana traerle un regalo a alguna niña como la que fui yo.

Gracias, demasiadas gracias que tengo que dar

Cada día me parece incluso más precioso que el anterior

Y sé, que sin importar lo que pase mañana, voy a estar bien

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