miércoles, 8 de diciembre de 2010

La manera en que miraba todo tan fijamente era inquietante
Como si todo le fuese interesante
Como si todo requiriese su máxima atención

Y cuando sus ojos se cruzaron con los míos sentí el escalofrío de un presentimiento

Lo sabía

No hay nada más desagradable que alguien se de cuenta de un secreto que llevamos celosamente guardado

Que por un descuido llegase a descubrirlo

En una ciudad donde nadie se mira a la cara me sentí segura

Pues el secreto se revelaba en mis pupilas

En un lugar donde nadie se mira de frente, quien iba a fijarse

Pero pasó



2 comentarios:

  1. eso es lo trágico de la ciudad
    uno nunca espera esas miradas

    (casi nunca)

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  2. verdad? pero pasa que a veces, hay alguien que igual que nosotros está mirando

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