miércoles, 9 de noviembre de 2011

Algo I

Una vez alguien que conocí me dijo que la ira es la fuerza del alma.
La RAE dice que la ira es:

1. f. Pasión del alma, que causa indignación y enojo
2. f. Apetito o deseo de venganza.
3.
f. Furia o violencia de los elementos.
4.
f. pl. Repetición de actos de saña, encono o venganza.

Cómo va a ser eso fuerza?

Cuando pienso en la ira lo primero que aparece en mi mente es el recuerdo borroso de una tarde cuando tenía 13 años y mi incapacidad de exteriorizarla.

Siempre le he tenido miedo a la ira, a la rabia, al enojo. Es al único sentimiento (después del amor, tal vez) al que le tengo miedo. Trato que la alegría sea mi constante y encuentro la pena indigna (de mí). Pero la rabia sencillamente me paraliza. Es una mezcla de impulsos violentos en los que sencillamente no puedo indulgir. Por lo menos, no contra las personas que los generan.

A veces me pregunto porqué. No diré que jamás he sido violenta con alguien. Pero la sensación que queda después es terrible. El saber que fuiste mucho menos de lo que se esperaría de ti. Porque es tu deber como persona civilizada e inteligente saber morderte la lengua y entrecruzar los dedos para no convertir tus manos de señorita en puños. Será que en realidad le tengo miedo a toda forma de pérdida de control? No lo sé

Un par de amigos me dicen que me enoje. Que grite. En vez de decir que no importa.
Uno de ellos me dice que si quiere va conmigo, cualquier cosa con tal de que no haga lo que siempre hago. Otra me dice que no va a recriminarme mis costumbres poco sanas al respecto, porque todos las tenemos, pero que preferiría que intentase enojarme. En vez de acumular y acumular y terminar explotando mil veces peor.

Yo no estoy tan segura. Lo preferirían realmente? Una vez le tiré un libro en la cabeza. Preferiría que hiciese eso siempre?

Es mejor así, creo yo

El silencio es una bendición. Qué derecho tengo yo a quebrarlo a gritos? A gritos por todo lo que me molesta, todo lo que no soporto, por la injusticia de este mundo. Por favor.

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