sábado, 19 de noviembre de 2011

Madre

Esto es complicado. Todos los principios lo son. Madre, me diste la vida.

Ayer estaba pensando que la persona que necesitaba menos era ella. Pero estaba mintiendo, saben? Es tan evidente.

Es justamente porque la necesito tanto que digo que no lo hago. La necesito y no quiero hacerlo, porque no quiero molestarla, no quiero ser una carga. Así que por ella, no quiero necesitar a nadie. Detesto esa sensación de que cuando realmente deseo que esté a mi lado, es cuando no me escucha. En cambio, cuando sólo quiero irme lejos, pretende que esté cerca para vigilarme.

Por qué serás tan loca, Madre?

Y pienso a veces que te odio. Pero es nada más porque te quiero y no puedo tenerte. Me falta demasiado el valor para enfrentarte. Te plantas frente a mí y sé que con lo que soy no puedo quebrarte. Eres la torre. Eres el dragón. Sólo puedo correr.

Es terrible además, porque mucho de lo que soy es por ti y por oposición a ti.

Quizás por eso tengo un enredo tan tremendo en la cabeza. No sé si estar orgullosa o no. Hay días en los que no sé siquiera si me desprecio por parecerme a ti o por no poder hacerlo.

Realmente no sé qué es lo que quieres, no lo puedo entender

Yo sólo sé que a pesar de todas las cosas, espero que estés orgullosa de mí.






No hay comentarios:

Publicar un comentario